La mujer torturada por su pareja pudo escapar gracias a la ayuda de su hija de 8 años
A las 8 de la mañana del martes 13, la menor le puso fin al calvario que venía sufriendo su madre desde hace varios meses.
Ese día, Erika Tébez de 37 años estaba golpeada, quemada, fracturada y atada. Su salud, después de varios días de tortura se encontraba muy deteriorada. Pero su hija, que inevitablemente fue testigos de los maltratos, sí tenía fuerzas y decisión, entonces desató a su madre y las dos escaparon de la casa que habitaban en Constitución al 1200.
Para pedir auxilio Erika huyó de manera desesperada a su casa materna: "Me escapé de que me matara", fue lo primero que dijo, y entonces llamaron a una ambulancia: “Tenía signos de violencia física de toda índole”, confirmaron desde la Comisaría 1º donde se labran las actuaciones.
La mujer soportó golpes de puño, quemaduras de cigarrillos y de agua caliente, lesiones en la dentadura y hasta una quebradura de peroné. Su estado requirió el traslado urgente a la Hospital San Luis donde quedó internada.
La víctima le pudo contar a la Policía que su pareja, Rodolfo Daniel Gómez, la tenía privada de su libertad desde hace por lo menos seis meses. En ese tiempo le impidió salir de la casa, la golpeó y torturó de todas las formas posibles.
Su madre, Cristina Iglesias, realizó la denuncia; y en sus declaraciones expuso que la pareja de su hija la ataba con alambre y hasta la drogaba. También que la ataba en una silla y la ponía debajo de la lluvia cuando había tormenta.
Tras la intervención policial, efectivos lograron la detención del supuesto agresor en Constitución y Las Heras, cerca del mediodía de ese martes.
Contra el hombre se inició una causa por "privación ilegítima de la libertad, delito contra integridad sexual con acceso carnal, lesiones, amenazas agravadas por el vínculo por medio de violencia de género".